¿Qué es el Síndrome de BURNOUT? Causas, consecuencias y síntomas.
El Burnout laboral, también denominado síndrome del quemado, hace referencia al estado de agotamiento físico, emocional y mental relacionado al ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.
En 1982, Maslach lo definió como una “pérdida de interés por las personas con las que se trabaja, y lo caracteriza por un “agotamiento emocional” en el que el profesional ya no tiene ningún sentimiento positivo, simpatía o respeto hacia los pacientes o clientes.
La causa más importante del síndrome de burnout es el clima laboral y las condiciones de trabajo. Los trabajadores expuestos de manera continua a altos niveles de estrés, carga laboral excesiva, autonomía limitada, ausencia de apoyo, entre otros; pueden llegar a padecer estrés crónico que termine provocando el burnout.
Sus consecuencias son potencialmente graves, tanto a nivel físico, como psicológico; generando agotamiento emocional, despersonalización, baja autoestima profesional, como también el desarrollo de cuadros de ansiedad y depresión, por tal motivo, la OMS reconoció en 2019 el burnout como enfermedad y será incluido en el CIE-11 en 2022.
Los síntomas que caracterizan este síndrome son:
- Sentimientos de agotamiento, fracaso e impotencia
- Baja autoestima, poca realización personal
- Estado permanente de nerviosismo
- Dificultad para concentrarse
- Comportamientos agresivos
- Dolor de cabeza, taquicardia
- Insomnio
- Absentismo laboral
- Aburrimiento, impaciencia, irritabilidad
- Comunicación deficiente
A partir de marzo de 2020, con el advenimiento de la pandemia, el síndrome de Burnout se ha incrementado notablemente entre el personal sanitario. Es importante su detección temprana para poder desarrollar posibles intervenciones y tratamientos que ayuden a reducir el estrés ocasionado por el mismo.
Para poder prevenir el burnout es fundamental que cada institución pueda mejorar la organización y proveer herramientas necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma adecuada y no tenga tanta sobrecarga laboral. Que exista una comunicación activa y cotidiana con el personal, hace que esta detección sea más eficaz.
En todos los casos que se presente este síndrome, es necesario una reorganización laboral y un tratamiento psicológico, como también, tratamiento farmacológico en los casos de ansiedad y depresión severa.
